Decir que el 2020 ha sido un año difícil sería demasiado evidente. Y este post no va de lo evidente, sino que pretende convertirse en el más especial que hemos compartido en los últimos meses. Porque trae algo fundamental: esperanza, oportunidades y aprendizajes.
En él reflexionamos sobre qué nos ha enseñado este año, con la esperanza de que sea de ayuda para que todos encaremos los próximos meses con una actitud positiva y sabiendo que, a pesar de las circunstancias, siempre hay opciones.
Esto es lo que hemos aprendido en el 2020.
1) Hemos seguido generando oportunidades de negocio tras el confinamiento
Pudiera pensarse que en un año como este el generar negocio haya quedado en un segundo plano, pero no ha sido así.
Las empresas han querido reinventar sus espacios de trabajo, adecuándolos mejor a las expectativas de sus empleados y clientes, reconvirtiéndolos en lugares donde poder estar más cómodos, seguros y motivados.
Han sido muchas las que han pasado a la acción en ese sentido, y muchas las que nos han elegido para ayudarlas a hacerlo.
En concreto, este segundo semestre hemos cerrado 18 operaciones, sumando un total de 14.516 m² (post-covid). Entre ellas, una de 3.600 metros en pleno corazón financiero de Azca que es, posiblemente, una de las operaciones de oficinas más importantes que se han firmado en Madrid capital este 2020..
Esto deja claro algo muy importante y es que en cualquier momento, incluidas las crisis, pueden surgir grandes oportunidades.
Prueba de ello es la diversidad de empresas a las que hemos ayudado a reubicarse: organismos públicos, notarías, empresas del IBEX, un fondo de inversión de energías renovables, multinacionales tecnológicas internacionales, una empresa del sector salud, un importador internacional, una ingeniería especializada en desarrollos logísticos o una empresa líder en automoción.
Todas ellas apostaron por adaptar sus espacios para convertirlos en mejores lugares, más seguros y agradables.
Por nuestra parte, nos sentimos orgullosos de formar parte de ese cambio, de ayudar a las empresas que quieren convertirse en mejores lugares para trabajar y convivir.
2) Hemos demostrado nuestra capacidad de adaptación
Los negocios tanto online como offline, han tenido que buscar nuevas herramientas para lidiar con los nuevos tiempos. Y con ello han demostrado, una vez más, la increíble capacidad de adaptación del ser humano.
No deja de asombrarnos cómo la creatividad asoma cuando nos sentimos de alguna forma acorralados. Cómo cuando una puerta se nos cierra, encontramos la forma de abrir otra.
Cuando las puertas de los restaurantes cerraron, fueron muchos los que abrieron una puerta digital, creando espacios en Internet para ofrecer comida a domicilio o aprovechando las redes sociales para seguir en contacto con su mercado. Grandes chefs como Dabiz Muñoz abriendo un nuevo negocio de comida para llevar, o Jordi Cruz compartiendo sus recetas por Instagram, son solo dos ejemplos.
¿Cómo nos ha afectado esto?
Con las nuevas normativas de seguridad, las oficinas tuvieron que adaptarse (en algunos casos, de forma muy radical). Y lo hicieron, dejando clara la importancia de elegir un espacio adecuado para sus necesidades.
Si ya sabíamos lo importante que es trabajar desde un espacio que nos permita ser flexibles a posibles cambios (como el aumento de la plantilla o la reestructuración de departamentos), la pandemia lo hizo más evidente.
No podemos saber qué nos traerá el futuro, lo que sí sabemos es que contar con un espacio adaptable y con posibilidades hará que las empresas se ahorren muchos problemas. Y en 2021 ese seguirá siendo nuestro objetivo.
3) Hemos priorizado las relaciones, las personas y la salud
Como empresarios en constante contacto con otros empresarios, sabemos que muchas veces ponemos demasiado foco en el trabajo. Nuestros negocios son nuestra pasión, y eso está muy bien… siempre y cuando no olvidemos lo esencial.
Este año ha venido para recordarnos, quizá de una manera demasiado radical, qué es lo verdaderamente esencial: la salud, la familia, las personas.
Ha tenido que venir una pandemia mundial para recordárnoslo, para enseñarnos a convivir con ella, a protegernos de los contagios y a valorar más que nunca la vida y la salud, tanto la nuestra como la de los demás.
Siempre podremos decir que vivimos este momento histórico, que somos la generación que sobrevivió al Covid19. Y eso no es poca cosa.
2020, ¿un año para olvidar?
Sabemos que hay muchas ganas de arrancar la última página de un calendario repleto de vaivenes, retos y momentos difíciles. Pero, ¿es este 2020 un año realmente para olvidar?
Ahora que vemos una luz al final del túnel con la vacuna, estamos convencidos de que los aprendizajes vividos serán clave para el 2021.
Un año en el que las empresas adecuarán de forma más realista sus espacios, en el que se equilibrará el teletrabajo como un complemento necesario de la actividad diaria, pero sin olvidar las oficinas como lugares de encuentro entre colaboradores, compañeros, socios, proveedores, clientes… En definitiva, de personas con un objetivo y un proyecto común.
No olvidemos nunca que los espacios los habitamos las personas, que las empresas las creamos y formamos las personas.
En Nirvana RE deseamos de corazón que este post ayude a recordar que dentro del caos siempre hay oportunidades, que depende de nosotros aprovecharlas y que, siempre, siempre, somos capaces de mucho más, de crecer, de superarnos y de sobrevivir.
Gracias por acompañarnos durante este año, feliz 2021.